El autorretrato: mutación e hibridación

Giuseppe Arcimboldo

(Milán, 1526 - 1593)

Artista manierista, filósofo y poeta italiano. 

Más tarde fue fuente de inspiración para los surrealistas, creó retratos extrañamente llamativos y simbólicos de cabezas humanas, cada una de ellas estaba formada a partir de una ingeniosa mezcla de frutas, verduras, animales, entre otros. En estas peculiares imágenes, archimboldo llevó la extrañeza del manierismo a un nuevo nivel.

A la conciencia sobre el propio estilo como único y personal, como "diseño interno" de cada artista. 

En sus obras el observador capta la forma global, a menudo monstruosa, pero solo tras haberse acercado empieza a notar el esmerado encaje de cada uno de los objetos que la componen. Cada uno de estos –flores, frutas, peces, animales diversos y mucho más– contribuye al significado de la representación, ya porque se trate de la caricatura de un individuo o de un oficio, de una estación del año, de un elemento natural, de una alegoría, de una cabeza reversible o de un bodegón. Cada uno de estos objetos, cuidadosamente elegidos, se entrelaza o se sobrepone, rivalizando con los otros para obtener un papel preciso en el interior de la pintura y acentuar el impacto en su totalidad.

Retrato de Rodolfo II en traje de Vertumno, 1590, óleo sobre tabla, 70 X 57 cm

La Tierra, 1566, óleo sobre tabla, 70,2 x 48,7 cm

El agua, 1566, óleo sobre tabla, 66,5 x 50,5 cm

Retrato de Eva, 1578, óleo sobre tabla

El invierno, 1555-60, óleo sobre tabla, 67,8 x 56,2 cm

El aire, 1566, óleo sobre tabla, 74.5 x 56 cm

Pablo Picasso

(Málaga, 1881)

Fue un pintor español, creador y principal representante del cubismo.

El cubismo se permite descomponer la figura, dividirla en planos, dislocar el espacio, la manera de sugerir movimiento y volumen en una superficie plana e inmóvil. Es una revolución tan mental como plástica. En su momento los resultados de la operación parecían incomprensibles. Para el artista, "el cubismo no es ni una semilla ni un feto sino un arte que trata sobre todo de las formas y, cuando una forma se materializa, ésa vive su propia vida".

La mujer que llora, 1937, oleo sobre lienzo, 60 cm x 49 cm

Francis Bacon

(Dublin, 1909)

Fue un pintor irlandés caracterizado por el empleo de la deformación pictórica.

Para Bacon, el concepto de belleza va estrechamente unido al de violencia y movimiento, como dejó constancia con sus propias palabras: "Acaso algún día logre capturar un instante en toda su violencia y toda su belleza".

Para ello apuesta decididamente por la figuración y, más concretamente, por la representación de la figura humana como tema fundamental y casi único. 

Bacon pareciera preguntarse sobre lo que hay detrás de la apariencia, o ¿cuándo no hay apariencia que hay?

Autorretrato (Self-Portrait), 1973, óleo sobre lienzo, 35.5 x 30.5 cm

Autorretrato (Self-Portrait), 1971, óleo sobre lienzo, 35.5 x 30.5 cm

Orlan

(Francia, 1947)

La artista francesa Orlan es un complejo caso de estudio, su trabajo artístico, que abarca desde los años sesenta hasta la actualidad, escapa a todo tipo de categorizaciones o corrientes estéticas. Orlan modifica su cuerpo, no de forma temporal sino de forma permanente y continua. Ya no son los pinceles, sino los bisturís los que cortan la piel y crean una nueva identidad. Su piel se convierte en lienzo.

En 1990 empieza sus 9 cirugías – performance, que se trasmitían en vivo en algunas galerías y museos del mundo. Ella toma diferentes características de personajes femeninos de obras en la historia del arte y las incorpora en su rostro mediante cirugías, por ejemplo,  la frente de la Mona Lisa de Da Vinci, o la barbilla de la Venus de Boticelli, Sus hibridaciones crean una nueva imagen, un rostro modificado. En 1998 empezó a trabajar self - hybridizations, difiriendo de los estándares de belleza impuestos en distintas civilizaciones a lo largo de la historia (Pre - Colombina, Africana, Americana – India y China). 

Orlan denuncia el rol de la mujer construido históricamente, ya que el concepto de belleza es distinto para cada cultura, y además no debería ser un estándar sino una creación propia, que realmente responda a lo que cada persona encuentra bello. De esta manera, la artista interviene libremente su cuerpo, construyendo su propio canon de belleza.